.
.
.
.

CIRO_6Safe Creative #1207161978585

Imprimir capítulo

· Tiempo estimado de lectura: 25 minutos ·




- Villa Tortuga -

- Este parece un buen sitio - Dije cuando llegamos al río.

- Bajemos un poco mas - dijo Agalita - el terreno parece estar mas llano allí adelante.

- De acuerdo.

Llevábamos cuatro días caminando hacia el norte desde que partimos del búnker convento y buscábamos un buen sitio donde acampar hasta la llegada de Tango y a los demás. Luego continuaríamos hasta el mar.

Avanzábamos entre montañas, el terreno era mas abrupto pero mucho mas rico. Allí crecían las plantas los arboles y la yerba. Un caudaloso río lleno de peces corría junto a nosotros y el aire era mas puro, mas fresco.

Nos adentramos en el bosque bordeando el río y encontramos el sitio perfecto. Un amplio descampado entre los arboles junto a un remanso del río. Completamente verde y lleno de vida. Después de tanto tiempo rodeados de tierra y piedras aquel paisaje era un regalo y un alivio para los sentidos.

Una vez montado el campamento me dirigí a uno de los carros, donde Lata parecía estar inventando algo.







- ¿ Te echo una mano ? Le dije cuando llegué

- Sí, por favor. Sujeta esto aquí mientras aprieto los tornillos - dijo - será solo un momento.

Era una de las placas solares del búnker en el que habíamos estado, y la estaba colocando como techo del carro.

- Ya casi está. Esto nos proporcionará energía. - continuó Lata - podremos cargar diversos aparatos, y tendremos luz. Voy a colocar unos focos por el campamento y... oye - se interrumpió a si mismo - se me ocurre una idea. Podríamos organizar una fiesta para dentro de dos días, a la llegada de Tango, Lleo y los demás.

- ¡ Es una idea genial ! - respondí sin pensármelo dos veces - ¡ Casi no recuerdo la última fiesta ! Encárgate de... todas estas... cosas de la energía... Se lo contaré a los demás y le diré a Adrián que me ayude a construir una mesa grande para cenar todos juntos.

Nos pusimos manos a la obra. En los dos días que siguieron todos nos mantuvimos ocupados preparando el evento. Adrián y yo dedicamos casi todo el día siguiente a la construcción de la mesa. Cuando acabamos, agotados, decidimos ir a descansar a uno de los carros, donde tendríamos techo y sombra. Al comprobar el interior del primero nos encontramos con Sierra, que le tocaba cuidar de Babel, Eva y Jacob, los chicos del búnker convento. Estaban completamente rodeados de libros, apilados unos sobre otros cubrían por completo las paredes del carro y gran parte del suelo.

- Hola - dijo Sierra - ¿ Os apetece leer ?

- ¡ Cuántos libros...! - exclamé sorprendido - ¿ De dónde han salido ?... nunca había visto tantos juntos...

- Nos criamos entre ellos - respondió la pequeña Eva - teníamos una gran biblioteca, esta es solo una pequeña parte, lo que pudimos cargar en la carreta.

- Es increíble... - dijo Adrián. - ¿Podemos...?

- Por supuesto - respondió Babel - consideradlos vuestros.

Nos acomodamos como pudimos en el reducido espacio que quedaba en nuestra particular biblioteca y empezamos a buscar entre la infinidad de libros.

- Hace mucho tiempo que no leo nada.- Dije mientras cogía uno.- Algunos son muy antiguos.- Lo abrí en una página al azar y leí en voz alta lo que ponía.

"NO MUY LEJOS DE UNA CIEGA UTOPIA

Era la propia norma
lo que me hacía querer romperla,
Pero ahora me frustra y me nerva,
quiero ser la norma,
tumbar la barrera,
y ganar la guerra,
comerme la tarta entera
encontrar la ostra con perla
y merecerla,
lejos de ser posible
sueño con la manera.

No hay mejor sueño
que el inalcanzable, la utopía
pues puedes tenerlo para siempre,
soñar con que algún día..."

- No lo entiendo- dije al acabar- no tienen nada que ver unas cosas con las otras, este texto no tiene sentido.

- Es poesía- dijo Babel - No se interpreta de manera literal, es un pensamiento, una opinión o un sentimiento descrito con palabras. Es posible que no entiendas una poesía si nunca sentiste la emoción que describe.

- Comprendo- respondí - que chica mas lista-

Pasé la página y  leí un fragmento de otra poesía.

"La sombra de un árbol en la cortina
agitada por el viento sin maldad,
puede aterrorizar a una niña
cual monstruo en la oscuridad.

Desde lejos pequeño parezco,
pero cuando te acercas,
crezco.

- Aróvali Moñar -"


-Tampoco la entiendo- dije -¿ Tienes algún libro de historia ?

- Claro.

Pasamos lo que quedaba de tarde leyendo en aquella carreta, aprendiendo un poco mas sobre la antigua Tierra, no solo de como la fueron destruyendo, también de como, mucho antes, la fueron construyendo y convirtiendo en un hogar.

Al día siguiente, al final de la tarde, llegaron Tango, Lleo y cinco nuevos compañeros. Eran una familia compuesta por padre, madre y tres hijos. Los padres tenían entre 50 y 60 años y los hijos entre 20 y 30. Se les veía cansados y desnutridos y tenían los labios secos y la piel curtida por el sol.

Tras conocerlos, ayudarles con sus cosas y darles algo de beber, nos sentamos todos a la gran mesa y celebramos nuestra fiesta.

Cenamos en abundancia, pues además de la gran variedad de víveres que habíamos traído del búnker, pudimos disfrutar de unos enormes y sabrosos peces cortesía de nuestro vecino el río. Cantamos y bailamos al son de los instrumentos que tenían algunos de nuestros compañeros, bajo las luces que Lata había instalado por todo el campamento, y nos divertimos como nunca.

Tonio, un señor de unos 45 años que viajaba con su esposa, puso una pesada caja sobre la mesa llena de botellas que contenían un líquido negro.

- Cuando estuve en el noroeste encontré una bodega llena de diferentes bebidas.- dijo - Me llevé un par de cajas de este licor negro... No se qué es pero... deberíais probarlo.

- ¿ Qué es un licor ?- pregunté.

- Pruébalo - me dijo Sierra con una sonrisa mientras me servía un poco en un vaso.

Bebí un trago de aquello y la garganta me ardió como si hubiera tragado fuego.

- ¡ Aaahhh !!!! Qué asco !!- exclamé.

- Tranquiiiilo...!- dijo Tonio - bebe despacio que es muy fuerte. Y además afecta a la cabeza..

- ¿ A la cabeza ?- pregunté mientras le daba otro trago - ¿ Es una bebida espirituosa ? Leí algo ayer sobre las bebidas estiripuosas... ouh...! Ja, ja, ja... Quería decir... espiripuo... espirituosas... ¿ qué me pasa ?

- Ja, ja, ja- rieron todos.

Pasamos el resto de la noche entre risas y cantos y... bueno... lo cierto es que no recuerdo mucho más después del segundo baso... Me desperté junto a Agalita en el borde del río sobre una manta, tenía un tremendísimo dolor de cabeza y estaba mareado. Al moverme Agalita se despertó bruscamente, miró a ambos lados, se levantó corriendo y vomitó en el río.

- ¿ Estás bien ?- le pregunté mientras intentaba levantarme.

- Uf... creo que...- y siguió vomitando, mientras le sujetaba el pelo. - Maldito licor... - dijo aun mirando al río - no pienso beber nunca mas...

- Ni yo... tengo la sensación de habérmelo pasado muy bien pero... los recuerdos están muy difusos y me siento enfermo... Lo mejor será que cojamos ropa limpia y nos demos un baño en el río.

Tras el baño recuperamos parte de nuestros reflejos, y aunque el cansancio no se fue, el malestar general remitió casi por completo. Era casi mediodía, al igual que mas de medio campamento, habíamos dormido toda la mañana. Solo diez o doce personas estaban despiertas cuando salimos del río, entre ellos, Lata, Sierra y Norte que estaban intentando levantar a Adrián del suelo entre unos árboles.

- ¿ Va todo bien ? - pregunté al verlos.

- Sí - respondió Sierra resignado. - Nada grave. Nos lo acabamos de encontrar aquí tirado durmiendo, le despertamos pero todavía sigue borracho. Vamos a llevarlo al río a ver si despeja un poco.

- Dejad que os ayudemos,- dijo Agalia.

Tumbamos a Adrián sobre el lomo de Norte y lo llevamos hasta el río mientras soltaba una incoherencia tras otra, se reía y nos decía que nos quería. El baño lo espabiló bastante, volvió en sí y pudo levantarse y caminar, aunque se balanceaba como un barco y se le trababa la lengua al hablar. Era bastante gracioso.

Dado que la mayor parte del campamento había bebido de aquel infernal licor negro, decidimos quedarnos allí un día más antes de partir. Nadie tenía fuerzas para desmontar el campamento y echarse a caminar.

Después de resucitar parcialmente a Adrián, acompañamos a Lata a la carreta donde tenía los aparatos eléctricos, quería mostrarnos algo.

- He conseguido hacer funcionar algunos aparatos, dejad que os muestre.- dijo.

A lo largo de los años Tango había ido recopilando y reparando aparatos de todo tipo y cuando encontramos el búnker convento, encontramos también la manera de hacerlos funcionar, además de infinidad de herramientas, piezas y otras cosas útiles. Tenía un aparato para cocinar sin fuego, una máquina para lavar la ropa, luces de mano, una sierra que cortaba sola y muchas cosas mas. Hasta tenía un pequeño aparato, no mas grande que la punta de mi dedo índice, que tenía música dentro..!, ninguno de ellos supo explicármelo de forma que lo entendiese pero... de alguna manera... aquello tenía música dentro...

- Encontré estos comunicadores en una base militar hará mas o menos un año,- nos explicó Lata - he podido arreglar cuatro de ellos, los demás me llevarán mas tiempo. probadlos. Se colocan...

- ¡ Yo tenía una de estas !!!- interrumpió Adrián al encontrar algo.

- ¿ Qué es ?- Pregunté

- Una consola de videojuegos portátil,- respondió Lata - pero está estropeada.

- ¡ Hazla funcionar Lata ! ¡ hazla funcionar !- replicó Adrián como un niño pequeño.

- Lo intentaré pero ahora déjame explicar como funcionan los comunicadores. Como decía se coloca detrás de la oreja, se adhiere solo a la piel, y pulsando sobre él se activa. Están sintonizados en la misma frecuencia así que cuando uno de vosotros hable los otros tres le escucharán.

Eran unas pequeñas piezas con la forma y el tamaño de un botón, Me lo coloqué tras la oreja y sentí un pequeño calambre en el oído.

- ¿ Y  qué ocurre si yo hablo pero sus comunicadores están desactivados ?- Preguntó Sierra mientras se colocaba el suyo.

- Cuando reciben señal se activan automáticamente,- dijo Lata - Si uno de vosotros lo activa y habla, los demás se activarán solos.

- Demos un paseo y los probamos.- dijo Agalita - Así comprobaremos su alcance.

- De acuerdo- dije yo - yo iré con Adrián, no se vaya a perder.

Bajamos de la carreta y volví la vista atrás, Adrián seguía en el borde tanteando la altura que tenía que saltar, no era mucha, apenas medio metro, pero parecía tener dificultades para bajar.

- ¿ Necesitas ayuda ? - le dije.

- Noop.. - Tras decir esto saltó hacia adelante tremendamente desequilibrado y aterrizó en plancha sobre la hierba.

- Essstoy bien - dijo sin moverse del sitio y levantando una mano.

Agalia, Sierra, Lata y yo nos reímos hasta llorar y cuando conseguimos parar le ayudamos a levantarse. Se mantenía en pié con una imborrable sonrisa y los ojos entrecerrados y se balanceaba en círculos cada vez mas amplios como una peonza que va perdiendo inercia.

- Posiblemente le venga bien el paseo - Dijo Lata.

Adrián y yo fuimos hacia el norte, Agalita hacia el este y y Sierra al oeste. Caminamos por el bosque probando los comunicadores cada poco tiempo, era increíble, podíamos hablar entre nosotros como si estuviésemos al lado por mucho que nos separásemos. No llegamos a averiguar su límite de alcance pues no fallaron en ningún momento.

SIERRA: "¿ Alguna novedad por el norte ?"

CIRO: " Maleza y mas maleza, pero el río es bastante ancho a esta altura, puede que no estemos muy lejos del mar."

ADRIÁN: "¿ Podríais hablar mas bajo ? No hace falta que gritéis

SIERRA: ¿ Qué tal te encuentras Adrián ?"

ADRIÁN: "Bastante mejor, pero aun estoy algo atontado y me duele la cabeza"

AGALIA: "Sería mejor que volviésemos al campamento, no debemos alejarnos demasiado."

SIERRA: "De acuerdo, nos vemos allí"

CIRO: " Está bién, pero antes intentaré ganar algo de altura para comprobar si se ve el mar"

Nos separamos un poco del río y subimos por la colina que se alzaba a nuestra derecha. Al poco tiempo, efectivamente, pudimos ver el mar. Pero no solo eso. Al pié de la colina, por el lado norte, había una especie de poblado, y estaba habitado.

CIRO: "¡ Creo que hemos encontrado algo...! Es... un pueblo... no sé, algo así...! y está habitado ! hay por lo menos 200 personas ahí abajo, vamos Adrián"

ADRIÁN: " Tengo sed... "

AGALIA: " Será mejor que volváis, iremos mañana todos juntos"

CIRO: "Bajaremos a echar un vistazo, solo será un momento, tienen una gran entrada adornada con flores, parece un sitio genial "

AGALIA: "De acuerdo, nos vemos en el campamento"

Yo nunca había visto una civilización tan grande, solo pequeños grupos de gente, y aquellos parecían estar instalados allí, viviendo en comunidad. Entramos en el poblado y pudimos comprobar que tras la entrada de flores nada tenía que ver con lo que parecía desde la colina, era  desolador. Las casas de chatarra se amontonaban unas sobre otras y dejaban entre ellas unos estrechos pasillos plagados de gente. Andrajosos, enfermos y desnutridos, todos allí tenían un aspecto bastante decadente. El suelo estaba inundado de aguas fecales y había basura por todas partes, el hedor era insoportable.

De pronto una anciana que caminaba con gran dificultad apoyada en un palo se acercó a nosotros, y mostrando su negra y escasa dentadura nos dio una advertencia.

- Iros mientras podáis.

No tuvimos mucho mas tiempo. En cuanto la anciana dijo aquellas palabras nos giramos para volver sobre nuestros pasos pero una horda de piratas armados con hierros cuchillos y cadenas apareció en aquel momento cortándonos el paso en ambos lados de la calle. Uno de ellos caminó hacia nosotros y todos callaron cuando él empezó a hablar.

- Bienvenidos a Villa Tortuga... Me llamo Montolla, pero aquí todos me llaman... Líder. ¿ Os ha gustado nuestra entrada de flores ? no pensábamos que atrajese a ningún incauto, pero aquí estáis... Con vuestro olor a jabón, vuestra ropa limpia...

- ¿ Qué queréis de nosotros ?- pregunté

- Todas vuestras cosas, por su puesto.- respondió el pirata.

Vaciamos nuestros bolsillos y tiramos las cosas en el suelo junto a nosotros.

- ¿ Media ración de comida y dos cantimploras ? ¿ eso es todo ?

- Es todo lo que tenemos- Dije

- Vamos a ver,- dijo mientras se acercaba bruscamente - llegáis aquí oliendo a jabón...- hizo una pausa mirando de reojo a Adrián - bueno... y un poco a alcohol... no me creo que esto sea todo lo que tenéis ¿ donde está vuestro campamento? o vuestros amigos. Viajáis sin mochilas ? sin provisiones ?

- Nos asaltaron unos piratas hace dos días y nos robaron todo.- Respondió Adrián.

- ¿ Y el jabón no se lo llevaron ?- Preguntó él

- ¿ Para qué querría jabón un pirata ?- Dijo Adrián desatando algunas carcajadas entre los presentes.

- ¡¡ Encerradlos !!- Gritó el Líder - ¡ Saldremos a por provisiones, como estaba previsto !, ¡ Cuando volvamos al anochecer me encargaré de ellos !

Nos encerraron en una pequeña choza con la espalda pegada a la pared y las manos atadas al techo. Y dos piratas armados con machetes hacían guardia en la puerta. Por suerte no nos quitaron el comunicador pero con las manos atadas no podía activarlo para avisar a los demás. Esperamos y pensamos en como podríamos salir de allí antes del anochecer, pero entonces Sierra contactó con nosotros.

SIERRA: "¿ Habéis llegado ya al poblado ?"

CIRO: "Sí "

- ¿ Qué ocurre ?- dijo entonces uno de los guardias -¿ con quien habláis ?

- Hablamos entre nosotros.- dije yo

- Pues no habléis - respondió el pirata.

AGALIA: "¿ Qué ocurre ?¿ Va todo bien ?

No podíamos decirle a nuestros compañeros lo que ocurría sin llamar la atención de lo guardias pero Adrián tuvo una idea.

- La sombra de un árbol en la cortina
agitada por el viento sin maldad,
puede aterrorizar a una niña
cual monstruo en la oscuridad.- dijo.

Entonces lo entendí, el poema decía que las cosas y las personas, no siempre son como en un principio parecen.

- ¡ He dicho que no habléis !- gritó de nuevo el pirata - ¿ qué leches está diciendo ?

- Está recitando una poesía.- dije yo - ¿ sabes lo qué es una poesía... PIRATA ?- añadí bien alto para que me escuchasen Sierra y Agalia.

- Desde lejos pequeño parezco,
pero cuando te acercas
crezco.- remató Adrián.

- ¡ Cierra la boca !¡ No te avisaré una vez mas !- Insistió el bandido.

No escuchamos respuesta pero supusimos que nuestro mensaje había sido recibido.

Poco tiempo después empezamos a escuchar un gran alboroto en el pueblo, la gente gritaba corrían de un lado a otro...

- ¿ Qué demonios está pasando ?- preguntó uno de los guardias

- Parece que... ugh...!

Tras escuchar como se derrumbaban los dos piratas que nos vigilaban la puerta se abrió. Eran Agalita y Tango.

- ¿ Cómo habéis llegado tan rápido ?- Preguntó Adrián

- Eso agradecédselo a vuestro caballo.- Dijo Tango mientras nos soltaba las cuerdas.

Salimos de la choza pero aun quedaban muchos piratas que derribar hasta llegar a la salida.

- ¿Cómo vamos a salir de aquí ?- Pregunté mientras veía a tres piratas con cuchillos corriendo hacia nosotros.

- Igual que entramos- dijo Agalita. - Lata nos preparó unos juguetes.-

Sacó de la funda de su espalda una flecha con una esfera en la punta, tensó su arco, y le acertó al pirata de en medio que cayó aturdido por una descarga eléctrica. Los otros dos se abalanzaron sobre nosotros pero Tango se adelantó y les atacó, llevaba una larga vara con dos esferas en los extremos que al igual que las flechas producían descargas. Los redujo con dos hábiles movimientos y seguimos avanzando por la estrecha calle.

- ¡ Escondeos !- Gritó Tango al pasar por un cruce. Otro grupo se dirigía hacia nosotros.    

- Agalia, el deposito de agua- dije yo

- ¿ Cómo.. ?

- Aquel depósito de agua, está muy inestable, si le aciertas con una flecha en la pata torcida estoy casi seguro de que cederá.

Apuntó con cuidado, lanzó la flecha e inmediatamente tensó otra en el arco. El depósito cedió y cayó derramando toda el agua sobre los piratas. Justo entonces Agalita disparó una segunda flecha que atravesó el chorro de agua y electrocutó a todos los piratas a la vez.

Corrimos por aquella calle en dirección a la salida. Ya casi habíamos llegado cuando otros cinco piratas nos cortaron el paso.

- Ya no me queda carga- Dijo Tango

- Y a mi solo me quedan tres flechas- añadió Agalita.

- Los tres de delante para ti y los otros dos para mi- Tras decir esto Tango echó a correr hacia ellos sujetando la vara con una mano tras la espalda. Agalita cargó en el arco las tres flechas que le quedaban y las lanzó. Tango se agachó sin dejar de correr para dejarlas pasar y derribaron a los tres piratas que se encontraban delante. Tango saltó por encima de ellos y golpeó fuertemente con el extremo de la vara en el estómago de uno de los piratas, con el otro extremo le golpeó en la cara y lo tumbó a varios metros de allí. Pero estando con la vara en alto el otro pirata se la enganchó con una cadena y se la quitó de un tirón. Se abalanzó sobre Tango dispuesto a clavarle el cuchillo que llevaba en la otra mano pero entonces apareció tras el pirata la erguida figura de un caballo que de una coz mandó al bandido lejos de allí.

- Gracias Norte.- dijo Tango aliviado-

- Debemos salir de aquí antes de que vengan el Líder y el resto de los piratas.- dije yo.

- Tenemos otro caballo en el bosque- dijo Agalita - Estaremos en el campamento antes de que se ponga el sol.

Al día siguiente partimos de madrugada, recogimos el campamento y nos fuimos hacia el este sin perder tiempo, los piratas podían estar buscándonos para tomar represarias y estábamos demasiado cerca.

Seguiríamos hacia el este durante todo el día y al día siguiente buscaríamos el mar hacia el norte.

Mientras caminábamos alejándonos de allí, ya relajados, Tango Agalita y yo le contábamos a Sierra la aventura en Villa Tortuga.

- Ei esperad...!- Llamó Adrián viniendo hacia nosotros. - mirad esto. Mientras vosotros electrocutabais piratas pude hacerme con un recuerdo de aquel lugar.

Desenvolvió una tela y de ella sacó una botella con una extraña etiqueta.

- ¿ Scotch Whiskey ? ¿ Qué es esto ?- Pregunté.

- Pruébalo..- dijo Sierra con una sonrisa.



SIGUIENTE CAPÍTULO


Imprimir capítulo

No hay comentarios: